Al despertar, tomé el celular y como es costumbre revisé si tenía alguna notificación. Tranquilamente con los ojos todavía entumecidos y con una visión algo borrosa, detecté que la aplicación WhatsApp me indicaba una nueva actualización. Como todavía estaba soñoliento, sobre tal petición acepte. Todo transcurría bien hasta que la aplicación me indicó que ocuparía más espacio de almacenamiento. Claro, de la memoria interna del teléfono (según WhatsApp).
—¿Pero si tengo 4 GBY en SD? —me dije algo extrañado. —Todavía tengo suficiente espacio en mi teléfono para que ocupe la actualización.
Rápido borré alguna aplicación que por le momento no usaba mucho y así tener más espacio del que solicitaba. La borré, pero seguía la leyenda con la misma petición. Terminé borrando tres aplicaciones y en automático la aplicación WhatsApp se actualizó. Una actualización algo innecesaria, ya que la anterior tenía por costumbre usar algunos atajos y en esta versión lo cambió haciendo más torpe su ejecución.
Y así nos vamos al infinito con cada una de las aplicaciones que descargamos a nuestro smartphone.
Lo Bueno:
Las actualizaciones son necesarias. Mantienen el servicio de las aplicaciones con lo último en programación. Nos pueden en algunos casos, sacar de un error si la anterior versión ya no tiene soporte. Ofrecen en algunos, la evolución y permite llevar al 100% su servicio con un mejoramiento optimo. (Esto hablando en términos de un buen programador y servicio).
Lo Malo:
Es horroroso presenciar después de una actualización, saber que no tendremos las mismas prestaciones que la versión anterior. Nos crea un sentimiento de traición y amargura. Acostumbrados a usar dicha aplicación, para después terminar usando caprichos de un programador. Nos crea la impotencia y el desagrado total. Así es como se olvida una aplicación. Las actualizaciones en algunos casos son totalmente innecesarias; mal programadas, con bastantes errores que en la versión anterior. Otra cosa de importancia, cada vez algunas aplicaciones son de más capacidad y ocupan más espacio (habrá que hacer milagros).
Si eres una usuario de un smartphone básico, las actualizaciones son un karma para nuestras aplicaciones. No estoy diciendo que no tengas que actualizar. Es de criterio personal el que cada quien con su smartphone, mantenga controlado en todo momento sus aplicaciones y estas no terminen haciéndolo. Todo para dar importancia por nuestro espacio de memoria interna.
¿Cómo controlo las actualizaciones?
Dentro de tu smartphone ejecuta: "Play Store".
Una vez ahí, dirígete en la parte superior izquierda. Donde se encuentran los tres renglones y pincha.
En automático, aparece otra ventana donde nos dirigiremos a la parte inferior en: "Configuración".
En: "Actualizar aplicaciones automáticamente"
Seleccionar: "No actualizar aplicaciones automáticas". Esto con el fin de evitar que en nuestro smartphone tomen independencia y se active en automático su actualización sin pedirnos permiso.
Mas abajo, se encuentra otras opciones de actualización:
"Aplicaciones actualizadas Automáticamente" Selecciona esta opción para recibir notificación de alguna aplicación que persiste y se actualiza sin nuestro consentimiento. (Puede un programador dejar deshabilitado la opción anterior).
En "Notificaciones" opción que se encuentra más abajo, seleccionar: "Actualizaciones de aplicación". Esto para recibir la notificación de alguna nueva actualización de las aplicaciones que tengas. Así decides si te conviene actualizar o ignorar.
En fin, actualizar es parte de nuestras aplicaciones. Cada vez las compañías grandes como: WhastApp, Facebook, Twitter entre otras, no terminarán de crear una aplicación firme. Se implementarán algunas opciones importantes en seguridad, como otras inútiles gráficas y servicios. Nosotros somos la última opción del programador. Los únicos que usaremos la aplicación y si esta no convence a nuestras expectativas, terminarán en el olvido.
